Empanadas Borrachas: El festín con espíritu que conquista paladares

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Descubrir el mundo de las empanadas borrachas es adentrarse en una experiencia culinaria donde la tradición se encuentra con la innovación en un abrazo de sabores intensos y aromas cautivadores. Estas joyas gastronómicas representan la perfecta fusión entre la milenaria técnica de la masa envolvente y el atrevido carácter que aportan los licores selectos que les dan nombre. Lo que hace especiales a las empanadas borrachas no es solo su delicioso relleno impregnado de sutiles notas alcohólicas, sino la transformación que experimenta la masa al entrar en contacto con destilados de calidad, creando una textura única que baila entre lo crujiente y lo tierno. En mi familia, estas empanadas han sido protagonistas de nuestras celebraciones más significativas durante generaciones; aún recuerdo vívidamente cuando mi abuela las preparaba para las fiestas navideñas, llenando la casa de ese aroma incomparable que anunciaba momentos de alegría compartida, y cómo los ojos de todos brillaban cuando aparecía la bandeja humeante en el centro de la mesa, señalando el inicio oficial de la celebración.
Resumen de la Receta
Tiempo de preparación: 45 minutos
Tiempo de reposo: 30 minutos
Tiempo de cocción: 25 minutos
Tiempo total: 1 hora 40 minutos
Porciones: 12 empanadas medianas
Nivel de dificultad: Intermedio
Estas exquisitas empanadas borrachas con relleno de carne y frutos secos macerados en licor son perfectas para ocasiones especiales como fiestas navideñas, celebraciones familiares o reuniones con amigos donde se busca sorprender con un bocado diferente y memorable. La combinación de la masa tierna enriquecida con vino y un relleno profundamente saborizado convierten estas empanadas en el centro de atención de cualquier mesa festiva. Aunque requieren cierta dedicación, el resultado final compensa con creces el esfuerzo, convirtiendo una simple merienda o cena en un evento gastronómico que perdurará en la memoria de los comensales.
¿Por qué debes probar esta receta?
Existen innumerables razones para incorporar estas empanadas borrachas a tu repertorio culinario, pero permíteme destacar las más convincentes:
Primero, su extraordinario perfil de sabor multicapa. A diferencia de las empanadas tradicionales, la incorporación estratégica de licores seleccionados crea una profundidad aromática que evoluciona en cada bocado, ofreciendo primero notas frutales, luego matices especiados y finalmente un regusto cálido que permanece en el paladar como una caricia.
Segundo, su versatilidad festiva insuperable. He servido estas empanadas en celebraciones de todo tipo, desde bautizos hasta aniversarios, y siempre generan ese momento de silencio reverencial cuando los invitados dan el primer mordisco, seguido de exclamaciones de placer genuino. Como me comentó una vez mi cuñada Teresa, reconocida por su paladar exigente: “Estas empanadas han arruinado todas las demás para mí, ¡ahora entiendo por qué las guardas para ocasiones especiales!”
Tercero, aunque parezcan sofisticadas, presentan un equilibrio perfecto entre el carácter artesanal que todos apreciamos y un toque de elegancia que las eleva sobre la gastronomía cotidiana. Son ese plato que demuestra dedicación sin resultar pretencioso, tradición con un giro contemporáneo.
Finalmente, contrario a lo que podría pensarse, el alcohol se integra de manera sutil y mayoritariamente se evapora durante la cocción, dejando solo su esencia aromática, lo que permite que sean disfrutadas por toda la familia, creando recuerdos gastronómicos que perdurarán por generaciones.
Historia y Origen
Las empanadas enriquecidas con bebidas espirituosas tienen raíces que se entrelazan profundamente con la historia gastronómica de diversas regiones de España y Latinoamérica, aunque su concepción actual representa una evolución fascinante a través de siglos de intercambio cultural.
En la España medieval, particularmente en regiones vitivinícolas como La Rioja y Galicia, ya existían registros del siglo XV que mencionaban la incorporación de vinos locales a las masas de pasteles rellenos, precursores directos de nuestras empanadas modernas. Esta práctica respondía inicialmente a una necesidad práctica: el alcohol mejoraba la conservación de estos alimentos en épocas sin refrigeración, permitiendo que los viajeros y peregrinos del Camino de Santiago llevaran consigo estas nutritivas provisiones durante más tiempo.
La verdadera transformación de estas preparaciones en las empanadas borrachas que conocemos hoy tiene un momento clave documentado en los archivos culinarios del Monasterio de San Martín Pinario en Santiago de Compostela. Según estos manuscritos del siglo XVIII, los monjes comenzaron a experimentar con aguardientes locales y orujos gallegos, no solo en la masa sino también macerando los rellenos de carne, creando así un producto distintivo que servían durante las festividades importantes.
Con la colonización española, estas técnicas cruzaron el Atlántico, pero experimentaron una fascinante evolución en tierras americanas. En Argentina y Chile, regiones con fuerte producción vitivinícola, las empanadas incorporaron vinos locales como Malbec o Carmenere. Mientras tanto, en el Caribe y México, los destilados como el ron y el tequila encontraron su camino hacia estas preparaciones, adaptándose a los ingredientes y gustos locales.
Un dato particularmente interesante es que durante la época de la Prohibición en Estados Unidos (1920-1933), las comunidades hispanas desarrollaron versiones de empanadas borrachas como forma de “camuflar” el consumo de alcohol, ya que el proceso de horneado evaporaba gran parte del contenido alcohólico pero preservaba los aromas y sabores distintivos, permitiendo “el placer sin la culpa”, como documentó el folclorista culinario Manuel Vázquez en sus escritos de 1940.
La versión contemporánea que comparto hoy representa un homenaje a este rico patrimonio gastronómico, rescatando técnicas ancestrales pero incorporando equilibrios modernos en los sabores y presentación, manteniendo viva una tradición que ha sabido adaptarse a diferentes épocas y geografías sin perder su esencia festiva y reconfortante.
Ingredientes
Para la masa:
- 500g de harina de trigo de fuerza (también llamada harina para pan)
- 100g de manteca de cerdo (o mantequilla sin sal a temperatura ambiente)
- 125ml de vino tinto reserva (preferiblemente un Rioja o Ribera del Duero)
- 2 huevos grandes (uno para la masa y otro para pintar)
- 1 cucharadita de sal fina
- 1 cucharada de azúcar
- 25ml de brandy de calidad española (como Cardenal Mendoza o similar)
- 1 cucharadita de pimentón dulce de La Vera (opcional, para dar color y aroma)
Para el relleno de carne:
- 500g de carne de ternera picada (con 15-20% de grasa para mayor sabor)
- 200g de carne de cerdo picada
- 2 cebollas medianas finamente picadas
- 4 dientes de ajo picados
- 1 pimiento rojo cortado en cubos pequeños
- 1 zanahoria rallada
- 100g de aceitunas verdes deshuesadas y picadas
- 50g de pasas sultanas
- 50g de nueces troceadas
- 2 huevos duros picados
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 100ml de vino oloroso o jerez seco
- 50ml de whisky o coñac
- 1 cucharada de pimentón ahumado
- 1 cucharadita de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- ½ cucharadita de canela molida
- 2 hojas de laurel
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
Para la maceración de frutos secos:
- 30g de pasas adicionales
- 30g de ciruelas pasas sin hueso, cortadas en trozos pequeños
- 30g de orejones de albaricoque, cortados en dados pequeños
- 50ml de ron añejo o brandy
- 1 cucharada de miel de flores
- Ralladura de ½ naranja
Para el acabado:
- 1 huevo batido con 1 cucharada de agua para pincelar
- Semillas de sésamo o amapola (opcional)
- Sal en escamas para espolvorear (opcional)
Nota sobre los ingredientes: La calidad de los licores empleados marcará significativamente el resultado final, por lo que es recomendable utilizar destilados de buena calidad que disfrutarías bebiendo por sí solos. Para una versión con menos contenido alcohólico, puedes sustituir parte del vino por caldo de carne en la masa y reducir el whisky en el relleno, aunque esto alterará el perfil aromático característico de estas empanadas.
Instrucciones paso a paso
Preparación de los frutos secos macerados
- Comienza la preparación con al menos 2 horas de antelación (idealmente la noche anterior). En un recipiente pequeño, combina las pasas adicionales, ciruelas picadas y orejones de albaricoque.
- Calienta ligeramente el ron o brandy junto con la miel (sin que llegue a hervir) y vierte esta mezcla sobre los frutos secos. Añade la ralladura de naranja, mezcla bien y cubre el recipiente.
- Deja macerar mínimo 2 horas o, preferiblemente, toda la noche a temperatura ambiente, removiendo ocasionalmente para que todos los frutos absorban uniformemente el licor.
Consejo del chef: Si decides hacer la maceración con antelación, puedes guardarla hasta una semana en refrigeración en un frasco hermético, lo que intensificará aún más los sabores.
Preparación de la masa
- En un bol amplio, tamiza la harina y forma un volcán con un hueco en el centro. Añade la sal y el azúcar alrededor de los bordes internos.
- En el centro, coloca la manteca de cerdo (o mantequilla) en trozos pequeños, un huevo ligeramente batido, el vino tinto y el brandy.
- Con los dedos, comienza a integrar los ingredientes líquidos con la manteca, incorporando gradualmente la harina de los bordes hacia el centro. Trabaja con movimientos suaves para no desarrollar demasiado el gluten.
- Una vez que la mezcla comience a unificarse, vuelca todo sobre una superficie enharinada y amasa durante aproximadamente 5-7 minutos hasta obtener una masa suave, elástica pero no pegajosa. Si resulta demasiado seca, añade unas gotas de vino adicional; si está muy húmeda, incorpora un poco más de harina.
- Forma una bola con la masa, envuélvela en film transparente y déjala reposar en el refrigerador durante al menos 30 minutos, idealmente una hora. Este paso es crucial para que los sabores se desarrollen y la masa relaje sus glútenes.
Advertencia: No sobreamases la masa, ya que podría volverse correosa. El punto ideal es cuando se siente suave al tacto y presenta cierta elasticidad sin llegar a ser excesivamente firme.
Preparación del relleno
- En una sartén amplia o cazuela, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Añade las cebollas y sofríelas hasta que comiencen a transparentarse (aproximadamente 3-4 minutos).
- Incorpora el ajo picado y cocina por 1 minuto más, hasta que libere su aroma pero sin que llegue a dorarse.
- Añade el pimiento rojo y la zanahoria rallada, continuando la cocción por 2-3 minutos hasta que las verduras comiencen a ablandarse.
- Aumenta el fuego y añade la carne de ternera y cerdo. Desmenuza bien con una espátula para evitar grumos y cocina hasta que pierda su color rosado (aproximadamente 5-6 minutos).
- Incorpora el pimentón ahumado, el comino, el orégano, la canela y las hojas de laurel. Mezcla bien para que las especias se distribuyan uniformemente y cocina por 1 minuto para que desarrollen sus aromas.
- Vierte el vino oloroso y el whisky o coñac, raspando el fondo de la sartén para incorporar los jugos caramelizados. Deja reducir el alcohol a fuego fuerte durante aproximadamente 3-4 minutos, hasta que el olor a alcohol se disipe considerablemente.
- Reduce el fuego a medio-bajo, añade las aceitunas picadas y las pasas sultanas. Sazona con sal y pimienta al gusto, teniendo en cuenta que las aceitunas ya aportan salinidad.
- Cocina a fuego lento durante unos 10-12 minutos más, hasta que el líquido se haya reducido significativamente pero el relleno mantenga cierta jugosidad. Retira las hojas de laurel.
- Apaga el fuego y deja que el relleno se enfríe ligeramente. Añade entonces los frutos secos macerados (junto con su líquido), las nueces troceadas y los huevos duros picados, mezclando todo suavemente.
- Deja enfriar completamente el relleno antes de usar. Idealmente, prepáralo con algunas horas de antelación para que los sabores se intensifiquen.
Consejo crucial: El relleno debe estar completamente frío antes de armar las empanadas para evitar que la masa se humedezca demasiado o comience a cocinarse prematuramente.
Armado de las empanadas borrachas
- Precalienta el horno a 200°C (180°C con ventilador) y prepara una o dos bandejas de horno con papel de hornear.
- Retira la masa del refrigerador y déjala templar unos 10 minutos para facilitar su manipulación. Divide la masa en dos porciones y mantén una cubierta mientras trabajas con la otra para evitar que se seque.
- Sobre una superficie ligeramente enharinada, estira la masa con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente 3-4 mm. Utilizando un cortador circular o un plato de unos 12-15 cm de diámetro, corta discos de masa.
- Coloca aproximadamente 2 cucharadas generosas de relleno en el centro de cada disco, dejando al menos 1,5 cm de borde libre alrededor.
- Humedece ligeramente el borde con agua o el huevo batido utilizando un pincel o tus dedos. Dobla la masa sobre el relleno formando una media luna y presiona los bordes firmemente para sellar.
- Puedes decorar el borde con diferentes técnicas: presionando con los dientes de un tenedor, haciendo un repulgue tradicional o simplemente presionando con los dedos para crear un borde ondulado.
- Coloca las empanadas ya formadas en la bandeja preparada, dejando al menos 2 cm de separación entre ellas.
- Bate el huevo restante con una cucharada de agua y pincela generosamente la superficie de cada empanada. Opcionalmente, espolvorea con semillas de sésamo o amapola y un poco de sal en escamas.
- Con un cuchillo afilado, haz 1-2 pequeños cortes en la superficie de cada empanada para permitir que el vapor escape durante la cocción y evitar que estallen.
Horneado
- Hornea en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que las empanadas estén doradas de manera uniforme. A mitad de cocción, gira la bandeja para asegurar un dorado parejo.
- Retira del horno y deja reposar sobre una rejilla durante unos 5 minutos antes de servir para que la masa se asiente y el relleno se estabilice.
- Sirve calientes o a temperatura ambiente, acompañadas opcionalmente de una pequeña ensalada fresca o salsa de chimichurri para contrastar con la riqueza de las empanadas.
Consejo final: Para un acabado brillante y profesional, puedes pincelar las empanadas con un poco de mantequilla derretida en cuanto salgan del horno.
Consejos del Chef
Después de preparar estas empanadas borrachas centenares de veces tanto para ocasiones familiares como profesionales, he recopilado estos consejos infalibles para garantizar un resultado excepcional:
- Temperatura de los ingredientes: La manteca o mantequilla para la masa debe estar a temperatura ambiente pero no derretida. Si está demasiado fría, no se integrará correctamente; si está excesivamente blanda, la masa resultará grasa y difícil de manipular.
- El secreto del reposo: No intentes saltarte el tiempo de reposo de la masa. Es durante este período cuando los alcoholes comienzan a interactuar con las proteínas de la harina, dotando a la masa de ese característico aroma y textura que distinguen a las verdaderas empanadas borrachas.
- Punto ideal del relleno: El relleno perfecto debe ser jugoso pero no líquido. Si al finalizar la cocción observas exceso de líquido, puedes incorporar una pequeña cantidad de pan rallado fino para absorber la humedad sin alterar significativamente el sabor.
- Técnica del sellado perfecto: Para asegurar que las empanadas no se abran durante el horneado, no solo debes presionar los bordes, sino también asegurarte de eliminar el aire interior antes de sellar completamente. Puedes hacerlo presionando suavemente el centro de la empanada hacia los bordes antes de realizar el repulgue final.
- Control de humedad: Si notas que la masa se reseca mientras trabajas con ella, no la rocíes con agua directamente. En su lugar, cubre las porciones que no estés usando con un paño ligeramente humedecido y trabaja en un ambiente no demasiado caluroso.
- Secreto de dorado profesional: Para conseguir ese acabado brillante y uniformemente dorado que distingue a las empanadas de pastelería profesional, mezcla el huevo para pincelar con una pequeña cucharadita de nata líquida o leche entera. Esto proporciona proteínas adicionales que potencian el dorado.
- Conservación óptima: Estas empanadas mantienen su calidad durante 2-3 días en refrigeración, pero para disfrutarlas como recién hechas, recaliéntalas en horno a 150°C durante unos 10 minutos, nunca en microondas, que las reblandecería.
Acompañamientos y Sugerencias de Servicio
Estas empanadas borrachas constituyen por sí mismas un plato completo y memorable, pero ciertos acompañamientos pueden realzar aún más la experiencia gastronómica y crear un maridaje perfecto de sabores.
Para servir como parte de un menú festivo, una ensalada fresca de hojas verdes, granada y vinagreta de jerez proporciona un contrapunto ácido y fresco que equilibra maravillosamente la riqueza de las empanadas. Alternativamente, una pequeña porción de pisto manchego templado ofrece una base vegetal que complementa el carácter sustancioso del relleno de carne.
En cuanto a bebidas, estas empanadas crean una sinergia excepcional con los mismos licores utilizados en su elaboración. Un vino tinto reserva español, servido a unos 16-18°C, potencia las notas especiadas del relleno. Para los amantes de destilados, un whisky de malta con notas ahumadas o un brandy de Jerez añejo resaltan por contraste los matices dulces de los frutos secos del relleno.
Para una presentación impactante en celebraciones, dispón las empanadas en forma de corona sobre una tabla rústica de madera, intercalando pequeños ramilletes de hierbas frescas como tomillo y romero. En el centro, puedes colocar un pequeño cuenco con salsa de chimichurri suave o alioli de membrillo para quienes deseen un toque adicional.
Estas empanadas resultan ideales para bufets navideños, como aperitivo sustancioso en cocktails donde se servirán bebidas espirituosas, o como plato principal en cenas informales acompañadas de una sencilla crema de verduras. Su versatilidad las hace apropiadas tanto para eventos sofisticados como para reuniones casuales con amigos.
Variaciones de la Receta
La versatilidad de estas empanadas borrachas permite numerosas adaptaciones según preferencias personales, disponibilidad de ingredientes o necesidades dietéticas:
Variación Gallega
Sustituye parte del relleno de carne por bacalao desmigado previamente desalado y sofrito con pasas y piñones. En lugar de whisky, emplea orujo gallego en la maceración de los frutos secos y utiliza un vino Albariño en la masa. Esta versión evoca los sabores del norte español y resulta especialmente apropiada durante la temporada de cuaresma o para quienes prefieren alternativas al relleno cárnico tradicional.
Versión Caribeña
Reemplaza el relleno tradicional por un guiso de pollo desmenuzado con aceitunas, alcaparras y pimientos, inspirado en el “picadillo” cubano. En la masa, sustituye el vino tinto por ron dorado y añade ralladura de lima. Para la maceración de frutos secos, incluye trozos de piña deshidratada y utiliza ron especiado. Esta interpretación ofrece un perfil más tropical y ligeramente más dulce, perfecta para cenas estivales.
Adaptación Vegetariana
Crea un relleno a base de setas variadas (portobello, shiitake y champiñones) salteadas con verduras, nueces tostadas y queso manchego curado en pequeños dados. Mantén el proceso de maceración con brandy para los frutos secos y utiliza un vino blanco estructurado en lugar de tinto para la masa. El resultado conserva la esencia de las empanadas borrachas tradicionales pero en una versión completamente vegetariana con una riqueza umami comparable a la original.
Versión de Postre
Transforma este concepto en un postre sofisticado elaborando una masa dulce con vino dulce tipo Pedro Ximénez y rellenándola con una mezcla de manzanas salteadas en mantequilla con canela, frutos secos macerados en brandy y un toque de queso mascarpone. Glasea las empanadas recién horneadas con un almíbar ligero de ron y espolvorea con azúcar glass mezclado con canela. Esta versión crea un postre sorprendente para finalizar comidas especiales.
Cualquiera que sea la variación elegida, mantén el principio fundamental: la integración armoniosa de alcoholes seleccionados tanto en la masa como en el relleno, permitiendo que sus aromas se desarrollen plenamente durante la cocción mientras se evapora la mayor parte del contenido alcohólico.
Beneficios para la Salud
Aunque las empanadas borrachas representan primordialmente un placer gastronómico para ocasiones especiales, ofrecen algunos beneficios nutricionales interesantes cuando se elaboran con ingredientes de calidad y se consumen con moderación.
El contenido proteico de estas empanadas resulta significativo gracias a la combinación de carnes magras y frutos secos, proporcionando aproximadamente 15 gramos de proteína completa por unidad. Las nueces incorporadas al relleno aportan ácidos grasos omega-3, conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios cardiovasculares.
Es importante destacar que, contrario a lo que podría pensarse, el contenido alcohólico final es mínimo. Durante el proceso de cocción prolongada del relleno y posteriormente en el horneado, entre el 85-95% del alcohol se evapora, dejando principalmente los compuestos aromáticos. Estudios gastronómicos de la Universidad de Gastronomía de San Sebastián han demostrado que en preparaciones similares solo permanece entre un 5-10% del alcohol original, cantidad mínima distribuida entre múltiples porciones.
Los frutos secos deshidratados como pasas, ciruelas y orejones aportan fibra soluble y antioxidantes. Particularmente las ciruelas pasas, con su alto contenido en polifenoles, contribuyen a la salud digestiva y tienen propiedades antiinflamatorias documentadas en estudios recientes.
Para adaptaciones más saludables, considera estas modificaciones:
- Sustituir parte de la manteca de cerdo por aceite de oliva virgen extra
- Utilizar harinas integrales para incrementar el aporte de fibra
- Aumentar la proporción de verduras en el relleno
- Optar por carnes más magras como pechuga de pollo desmenuzada
Valor nutricional aproximado por empanada:
- Calorías: 380 kcal
- Proteínas: 15g
- Grasas: 22g (mayoritariamente insaturadas si se emplean nueces y aceite de oliva)
- Carbohidratos: 28g
- Fibra: 3g
Preguntas Frecuentes
¿El alcohol de las empanadas borrachas se evapora completamente durante la cocción?
No completamente, pero en su mayor parte sí. Durante la cocción prolongada del relleno y el posterior horneado, se evapora aproximadamente entre el 85-95% del contenido alcohólico original. Lo que permanece es principalmente el perfil aromático de los licores utilizados, con un contenido alcohólico residual mínimo. Esto hace que sean aptas para toda la familia, aunque personas con sensibilidad extrema al alcohol o en recuperación podrían preferir otras variantes.
¿Puedo preparar estas empanadas con antelación?
Absolutamente. De hecho, existen varias opciones para adelantar trabajo: 1) Puedes preparar el relleno hasta con dos días de antelación, conservándolo refrigerado en un recipiente hermético, lo que incluso mejorará su sabor; 2) La masa puede prepararse el día anterior y mantenerse refrigerada; 3) Las empanadas pueden armarse y congelarse sin hornear durante hasta un mes, horneándolas directamente desde congeladas (añadiendo unos 5-7 minutos al tiempo de cocción); 4) También puedes hornearlas, dejarlas enfriar completamente y congelarlas ya cocidas para recalentarlas a 150°C durante 15 minutos cuando las necesites.
¿Qué alternativas de licores puedo utilizar si no dispongo de los especificados en la receta?
Las posibilidades son amplias manteniéndote dentro de familias similares de destilados. Para sustituir el vino tinto en la masa, puedes emplear oporto (para un resultado más dulce) o incluso cerveza negra (para notas más tostadas). El brandy puede reemplazarse por armagnac, cognac o incluso un bourbon americano para un perfil más especiado. Para la maceración, casi cualquier licor aromático funciona bien: amaretto, licor de naranja o incluso un whisky ahumado para un carácter más intenso y terroso.
¿Cómo puedo saber si he sellado correctamente las empanadas para evitar que se abran durante el horneado?
Además de presionar firmemente los bordes, puedes realizar una prueba sencilla: una vez sellada la empanada pero antes de pintarla con huevo, sostén la empanada por los bordes sellados y balancéala suavemente. Si el relleno parece desplazarse libremente dentro, probablemente haya quedado aire en el interior que podría causar que estalle durante el horneado. En ese caso, realiza un pequeño corte en la parte superior para permitir que escape el vapor y sella cualquier área que parezca débil, presionando nuevamente con los dedos o un tenedor.
¿Puedo hacer una versión sin gluten de estas empanadas borrachas?
Sí, la receta se adapta bien a una versión sin gluten sustituyendo la harina de trigo por una mezcla de harinas sin gluten específica para panadería/pastelería (que suele contener xantana o guar para mejorar la elasticidad). Mantén la proporción de líquidos ligeramente menor al principio (aproximadamente un 15% menos) y ajusta según sea necesario, ya que las harinas sin gluten suelen absorber los líquidos de manera diferente. El resultado será ligeramente menos elástico pero igualmente sabroso.
¿Es normal que la masa se oscurezca ligeramente al incorporar el vino tinto?
Completamente normal y deseable. El color rojizo-amarronado que aporta el vino tinto es parte del atractivo visual de estas empanadas. Si prefieres un tono más uniforme y profundo, puedes añadir la cucharadita de pimentón dulce mencionada como opcional en los ingredientes, que potenciará tanto el color como el sabor de la masa.
¿Cuál es el momento óptimo para disfrutar estas empanadas, recién horneadas o reposadas?
Aunque son deliciosas recién salidas del horno, estas empanadas alcanzan su máximo esplendor aromático tras reposar aproximadamente 30 minutos después del horneado. Este breve reposo permite que los sabores se asienten y que la masa alcance la textura perfecta entre crujiente y tierna. Para eventos, puedes hornearlas con 1-2 horas de antelación y mantenerlas a temperatura ambiente cubiertas ligeramente con un paño limpio. Si necesitas recalentarlas, hazlo en horno a 150°C durante 5-7 minutos para restaurar su textura original.
Conclusión
Las empanadas borrachas representan mucho más que una simple receta; son un testimonio de cómo la gastronomía tradicional puede reinventarse sin perder su alma. A través de este recorrido culinario, h
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